- Este espacio hace parte del proyecto de Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria. Su construcción duró 15 meses.
- Quienes la historia y la violencia les fracturó la convivencia en un poderoso territorio, hoy son ejemplo de perdón y reconciliación al unirse para construir un escenario de convivencia.
El trabajo comunitario deja huellas en el corregimiento de Santa Cecilia en Pueblo Rico (Risaralda). Lo que antes fue la subestación de Policía ahora se transformó en la Casa Étnica de la Asociatividad, donde se encontrarán y dialogarán firmantes de paz, personas en proceso de reintegración, comunidades indígenas, afrodescendientes, negras y mestizos.
“Es una obra material con mucho sentido simbólico, teniendo en cuenta no solo el sitio donde se ubica, que fue la sede de la Policía, sino que es una muestra palpable de la reparación colectiva, que ameritan estas comunidades y los mismos firmantes del Acuerdo de Paz, que en su tránsito histórico se reincorporan y se integran a la vida civil", resaltó el historiador Jesús Castillo.
Este espacio es fruto del convenio de la ARN y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), además el trabajo interinstitucional con la Alcaldía de Pueblo Rico y los consejos comunitarios de Santa Cecilia y Piedras Bachichí.
La construcción se extendió por 15 meses y hace parte del proyecto de Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria, para la convivencia y la reconciliación en los territorios donde habitan o trabajan firmantes de paz. Además, permitirá el desarrollo de las formas asociativas en el territorio y el fortalecimiento de las prácticas y saberes ancestrales.
“Esta obra es histórica, después de un trabajo en conjunto con la comunidad. La Casa Étnica llegó porque en este territorio estamos asentados firmantes de paz comprometidos con el acuerdo. Es el reflejo de que la paz sí es posible", indicó Yenny Flórez, firmante de paz.
Con mingas y convites
Si algo prevalece en Santa Cecilia es el trabajo comunitario, que por cerca de cinco años ha sembrado en este territorio la ARN, con el respaldo de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y la Gobernación de Risaralda, entre otros actores.
La Casa Étnica nació del diálogo entre las comunidades y después de un diagnóstico que arrojó la necesidad de un espacio con estas características. Una vez se concretó la obra se hicieron mingas y convites con firmantes de paz, personas en proceso de reintegración y comunidad en general, para adecuar el terreno y convertirlo en escenario de construcción de paz.
“Es un logro importante porque nos permite encontrarnos como comunidad. Lo más bonito será compartir con esas personas que estuvieron en grupos armados ilegales, pero que regresaron por el Acuerdo de Paz. Esta comunidad los recibió con las manos abiertas y siempre los ha respaldo en su proceso de reincorporación", expresó el profesor Yoiler Eduardo Ordóñez
La Casa Étnica de ahora en adelante será un espacio de unión. De todos y todas en el que las cicatrices del conflicto se sanaron para darle vida a un escenario lleno de reconciliación.
Datos de interés
- La ARN aportó $138 millones en la Casa Étnica de la Asociatividad. La Misión de Verificación de la ONU $15 millones para dotación, la Alcaldía de Pueblo Rico donó la licencia de construcción y el Consejo Comunitario de Santa Cecilia el lote.
- La primera fase de las Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria en Santa Cecilia incluyó la construcción de 40 bóvedas en el cementerio. Esto producto de la concertación comunitaria.