Miguel vende carne en el barrio Vencedores de Villavicencio, su negocio es reconocido entre los vecinos por la calidad y buena atención.
El día de trabajo de Miguel comienza a las siete de la mañana. Acompañado de su esposa empieza a limpiar y a preparar todo, pues augura un día productivo. La clientela empieza a llegar poco a poco para comprar lo del desayuno, más tarde se acercan a comprar lo del almuerzo y en la tarde lo de la cena.
Este hombre aprendió sobre carnicería justo después de la desmovilización del grupo armado. Cuando llegó a vivir a Villavicencio y conoció a su esposa, un familiar de ella le dio la oportunidad de trabajar y empezar a librar con trabajo la que hoy en día es su carnicería.
Así fue como Miguel se dio cuenta que era bueno para los negocios, para atender bien al cliente, entablar conversaciones y ofrecer siempre lo mejor a su clientela.
Su negocio lo abre de lunes a domingo, su esposa es su mano derecha y solo los miércoles en la tarde se agenda para asistir a la capacitación en Coca-Cola FEMSA, compañía que le ayuda a desarrollar su proyecto productivo de la manera efectiva.
Miguel lleva seis años en proceso de reintegración con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN). Ingresó a los 13 años a las Farc y permaneció en el grupo durante 15 años. Su sueño ahora es sacar su negocio adelante y poder ampliarlo, que sea una carnicería reconocida y lograr proyectarse como un gran empresario. "La reintegración me permitió cerrar un capítulo de mi vida y enfocarme ahora en el trabajo y en mi familia ", enfatiza.
Aportando Tiempo
El apoyo de la empresa privada es fundamental para alcanzar la paz, razón por la cual Coca-Cola FEMSA, la empresa embotelladora de productos Coca-Cola más grande del mundo, está generando valor social con una estrategia dirigida a las personas en proceso de reintegración.
Luz Stella Cipagauta, supervisora de recursos humanos de Coca-Cola en Villavicencio, explica que son varios los profesionales que aportan sus conocimientos a través de la estrategia. "Hay profesionales en administración, ventas, recursos humanos, operaciones, entre otros y puedo decir que ha sido positivo tanto para las personas que asisten a la formación, como para nosotros porque se genera valor social".
Desde el 2009, colaboradores de la compañía han participado como voluntarios dictando capacitaciones a personas en proceso de reintegración en diferentes ciudades del país, y este año el turno fue para Villavicencio.
Todos los miércoles un grupo de nueve personas en proceso de reintegración, y nueve de la comunidad, se reúnen de dos a seis de la tarde para recibir conocimientos que les permitan desarrollar sus proyectos productivos e intercambiar experiencias que aporten a la reconstrucción de tejido social.