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Semana por la paz con los niños de Aguachica

Soplan vientos de paz

Soplan vientos de paz

​La lectura fue la excusa para hablar con los pequeños sobre la historia de paz de su municipio. / Foto: Grupo Territorial Cesar-Guajira.

Aguachica , 08/09/2017

Hace 22 años los pobladores del municipio de Aguachica se cansaron de la guerra, de mirar al otro como enemigo, de los miedos y las inseguridades, y unieron sus voces por la paz. Por medio de un mecanismo de participación ciudadana como la consulta popular, le dieron un sí a los nuevos comienzos, a la reconciliación y convivencia.

La Consulta Popular por la Paz de Aguachica se convirtió en modelo para todo el país, y se materializó con el símbolo del ringlete o molino de viento. Ésta fue la historia que cerca de 200 niños de la Institución Educativa San Miguel, de los grados segundo, tercero y cuarto, conocieron mediante el cuento 'Soplando sueños', en la celebración de la Semana por la Paz en su municipio.

"A través de la lectura de un cuento se buscó que los niños y niñas conocieran los actos de paz del lugar en donde habitan. Como parte del ejercicio cada uno elaboró un ringlete. El objetivo fue impulsar la cultura de paz y del buen trato", explicó Laura Cecilia Orrego, enlace de coordinación de la ARN Cesar Guajira.

Esta actividad se realizó en alianza con la Alcaldía de Aguachica, el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, la Fundación Pershulogia y el ICBF. Cada institución se encargó de realizar la pedagogía en un colegio diferente.

Derechos Humanos para una cultura de paz

En el marco de la celebración de la Semana por la Paz, se realizó en Aguachica un conversatorio sobre Derechos Humanos, que contó con la participación de líderes comunitarios, dos expertos del SENA y un representante de la Alcaldía local.

Los líderes compartieron una experiencia vivida en la zona alta y rural del municipio, 'Cerro Bravo', en donde lograron erradicar la presencia de los violentos en su territorio. "Como comunidad logramos reconstruir nuestra autonomía, restablecer la seguridad alimentaria y convertirnos en entes de paz en nuestro territorio. Con apoyo internacional y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio construimos una 'Maloca' que es el símbolo de reunión y de encuentro con el pasado. Nosotros somos un ejemplo de que el trabajo en equipo da resultados", dijo uno de los ponentes.

Al final de la jornada, una de las conclusiones fue que si hay paz interior es posible crecer y convivir con los demás. Los asistentes reflexionaron sobre el significado de palabras como el perdón, la oportunidad, el reconocimiento, la unión, el aprendizaje, la solidaridad, los derechos humanos el amor y la reconciliación.

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