Con el fin de propiciar escenarios para la reconciliación y de contribuir a la sostenibilidad económica de la población vulnerable, un total de 27 personas, entre excombatientes de grupos armados ilegales y población víctima del conflicto armado, hacen parte de una iniciativa de formación para el trabajo en el sector avícola, en Pasto.
Se trata de 'Reconciliación Nariño' un proyecto liderado por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), en articulación con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la Fundación Manyani de Luz, que inició en marzo de este año y ya está dando resultados.
A través de esta iniciativa los beneficiados han recibido acompañamiento psicosocial, capacitación en liderazgo empresarial y habilidades comunicativas, así como formación técnica en producción y comercialización de huevos semicriollos. Además, busca –en un mediano plazo– la formulación y consolidación de unidades productivas asociativas entre la población vinculada.
"Me ha parecido un proyecto muy bueno y un aliento que nos dan a nosotros para salir adelante. Gracias a Dios estoy tranquilo y esto me ha dado valor para montar un negocio y echar para adelante", expresó Diego*, quien abandonó la guerra, tras permanecer desde sus 13 años en una fila guerrillera, y está transitando en la legalidad con la ACR, entidad encargada de implementar la ruta de reintegración de quienes se desmovilizan de grupos armados al margen de la ley en el país.
Carlos Ariel Soto, coordinador de la ACR en Nariño explica que: "La iniciativa marca de una u otra manera el inicio de la reconciliación en el territorio, al convertirse en la primera experiencia de este tipo, donde estos dos grupos poblacionales, que han vivido de manera directa el conflicto armado en nuestro país, se encuentran en un mismo ambiente. Es un 'laboratorio de paz' y un espacio esperanzador donde hemos podido ver que la reconciliación es posible".
Por su parte, Ángela Patricia Barrera, instructora pecuaria del Programa Jóvenes Rurales Emprendedores del SENA, explicó que en total los beneficiados recibieron 330 horas de formación técnica, que incluyó clases teóricas y salidas de campo.
(*) Nombre cambiado a petición de la fuente.