María Estrada-Fuentes es una barranquillera que estudió Artes en la Universidad de los Andes, hoy en día es candidata a PhD en Estudios de teatro, performatividad y cultura de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, y desde siempre se ha interesado por los temas sociales. Ahora trabaja en una propuesta para que la ruta de reintegración que realizan los excombatientes de grupos armados ilegales utilice estas técnicas para sanar y desarrollar algunas habilidades en las personas.
La idea surgió de su paso como voluntaria en la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), en donde conoció el trabajo del gobierno por retornar a la legalidad a quienes dejan las armas; además de su experiencia en la Agencia, María trabajó con personas desvinculadas de la guerra y víctimas del conflicto en sesiones de danza, pues también es bailarina de ballet, flamenco y danza árabe.
Ahora, en sus estudios de doctorado, trabaja en una tesis que se titula 'Reintegración performativa', en donde estudia cómo el arte y la práctica artística se pueden unir con el proceso de reintegración de los ex combatientes. "Yo creo que el trabajo desde el cuerpo puede contribuir a acelerar procesos que mediante la conversación y el lenguaje no simbólico no es tan fácil, pero sé que ese trabajo desde el arte debe ir de la mano de un trabajo institucional", cuenta.
¿Qué es la performatividad?
"Es una disciplina reciente, desde los 70 integra ideas lingüísticas y de filosofía con el teatro; en los 90 estos estudios culturales miran la cotidianidad, cómo la interacción entre cuerpos y la construcción de identidad es performativa, en el sentido de que se da por repetición. Es cómo el sujeto se construye desde el cuerpo con las acciones cotidianas".
¿Por qué aplicarlo a población vulnerable?
"En distintos países se ha usado el teatro en temas de construcción de paz; por ejemplo, en la transición del apartheid a la democracia en Sudáfrica, en la antigua Yugoslavia también hubo mucho teatro de resistencia, y pensé que esto puede ser implementado en Colombia.
En el 2011 hice un voluntariado con la ACR y un año después trabajé danza y performance con niños desvinculados del conflicto, esta experiencia me mostró que estos procesos se pueden usar para la transformación social, mucho más allá que para un fin estético o de entretenimiento".
¿Cómo es una sesión performativa?
"Es una mezcla de danza, teatro y ejercicios de improvisación, esto nos da una combinación entre lenguaje y movimiento. Al inicio de una sesión se parte de conceptos, como por ejemplo respeto, amor, reconciliación, responsabilidad, y a partir de estos conceptos se dan ejercicios creativos de mucha intensidad y reflexión.
Estas sesiones nos permiten reflexionar, a partir del cuerpo, sobre estos conceptos y transformar esas ideas. Al final de cada sesión el objetivo es convertir esas ideas y por supuesto la idea es estandarizar y medir los resultados de este proceso".
¿Ya se ha usado esta técnica antes con alguna población?
"Sí, en un proyecto de investigación sobre ciudadanía y género en el que participo con la Universidad de Warwick, hemos trabajado con sobrevivientes de la trata de blancas y vigilando de cerca otros lugares en donde la performatividad hace un aporte importante. Hoy en día, en la India el uso de la danzaterapia es parte fundamental de la ayuda que se recibe en orfanatos y prevención de reclutamiento para trata de blancas".