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Mujer ex combatiente gana premio Carlos Arturo Ángel

Confecciones Malija, un negocio de galardón

Al recibir la estatuilla, Ederlidia dijo que “le doy gracias a la ANDI, a la ACR y a todas esas entidades que han confiado en mí"

Bogotá , 16/09/2015

La Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) le entregó el galardón a esta mujer porque ha demostrado estar comprometida con la construcción de paz, le ha demostrado al empresariado colombiano que los ex combatientes son personas de bien y que, siempre que se quiera, se pueden buscar oportunidades para estar en la legalidad y aportarle a la sociedad.

Joshua Mitrotti, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), afirmó que "esta mujer es una muestra representativa de lo que es el conflicto en Colombia, empezó a vivir desde muy temprano la violencia y decidió vincularse a un actor armado, decisión que trajo más violencia; lo que ha hecho a partir de su desmovilización es un resurgir, hoy se le premia por recorrer el camino de la reconciliación".

Al recibir la estatuilla, Ederlidia dijo que "le doy gracias a la ANDI, a la ACR y a todas esas entidades que han confiado en mí. Mi taller de confecciones se llama Malija, una combinación de los nombres de mis hijos porque ellos son mi motor para salir adelante".

La Fundación ANDI explicó que los criterios de evaluación para entregar este premio fueron: "el modelo de negocio, la oportunidad de mercado, el impacto de la iniciativa en la comunidad, innovación e inclusión social a través del proyecto productivo".

Sobre Ederlidia

Ederlidia tiene cerca de 45 años, nació en Apartadó- Antioquia. Su familia estaba dedicada a la agricultura, ella creció junto a sus padres y sus doce hermanos. Cuenta que de pequeña la corregían con castigos severos y maltrato físico.

Vivió con sus padres hasta los 19 años, cuando decidió independizarse y  establece su primera relación conyugal con quien tiene tres hijos. Después de 12 años con su pareja decide separarse por problemas de infidelidad y maltrato.

A los 34 años, al convertirse en cabeza de hogar y ante la falta de oportunidades laborales y las necesidades económicas, decide empezar a trabajar con los miembros de las Autodefensas en la confección de uniformes y de otros implementos.

En el año 2005 se desmoviliza y empieza a rehacer su vida. Hoy en día está satisfecha con la decisión que tomó por su familia, sus hijos y por brindarles un mejor futuro. En agosto de 2015 terminó el proceso de reintegración que desarrolla la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y se ha mantenido en la legalidad dedicándose a lo que más le gusta, la confección de prendas de vestir.

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