A las faldas de la Sierra Nevada, en el municipio de Santa Rosa de Lima, dos excombatientes decidieron devolverle la felicidad al lugar por medio del fútbol. Ellos son los organizadores del 'Campeonato por la paz y la concordia regional'.
La cita es todos los domingos en la cancha del pueblo. No importan las altas temperaturas, los jugadores llegan puntuales, acompañados de sus esposas e hijos que emocionados les hacen barra desde la tribuna. El juego del balón es una invitación a la reconciliación, el perdón y a la búsqueda de la paz.
"Queremos mostrarle a la gente de la región que estamos reintegrándonos, que trabajamos por la paz, que ya no somos de los grupos violentos sino que queremos ser parte de la comunidad", dice Jader Enrique Marín, uno de los organizadores, desmovilizado de las AUC.
Los habitantes de este pueblo, fuertemente azotado por la violencia, reconocen que vale la pena darle una segunda oportunidad a los desmovilizados. "El campeonato de fútbol ha ayudado a buscar mecanismos de convivencia y reconciliación. Con este deporte los jóvenes tienen sus mentes ocupadas, y en vez de estar pensando en tener un arma dedican su tiempo al juego del balón", dice Jorge Enrique Castillo de Ávila, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del lugar.
El campeonato ya está en su etapa final, y entre los jugadores y organizadores se habla de una segunda versión. En Santa Rosa de Lima los excombatientes también realizan labores de embellecimiento del espacio público, en la sede primaria y preescolar de la Institución Educativa Distrital Santa Rosa de Lima, que beneficia a aproximadamente 400 niños.