130 personas desmovilizadas recibieron de manos de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos con discapacidad cognitiva y motriz de la Fundación La Esperanza, la certificación como reintegrados por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) grupo territorial Norte de Santander-Arauca, luego de un espacio de servicio social en el que se celebró que hay más colombianos aportándole a la paz.
El pasado miércoles en Cúcuta personas desmovilizadas compartieron expresiones de cariño y sonrisas con la población en situación de discapacidad cognitiva y motriz a cargo de la Fundación 'La Esperanza', durante la jornada en que la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) en Norte de Santander-Arauca certificó como reintegrados a 130 hombres y mujeres que dejaron las armas y los grupos armados ilegales, para estar con sus familias en la legalidad.
La fundación existe hace 47 años aproximadamente en la capital nortesantandereana y alberga en promedio 70 niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en situación de discapacidad y abandono total. En esta jornada fueron los desmovilizados que culminaron el proceso de reintegración, quienes se encargaron de la logística de la actividad, y además apadrinaron a una persona en condición de discapacidad durante el evento.
También se contó con servicio de peluquería con el apoyo de estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA, actividades recreativas y lúdicas desde una perspectiva médica a cargo de la Fundación Doctor Mejoría integrada por estudiantes de Medicina de la Universidad de Pamplona, show de globoflexia a cargo de la Policía Nacional, entrega de regalos y donaciones de ropa, y un momento para compartir el refrigerio.
Tyrone Rodríguez Arciniegas, coordinador de la ACR en la región afirmó: "darle un sentido social e incluyente a las culminaciones nos permite generar escenarios simbólicos de reparación a las comunidades; además nos ayudan a cambiar el imaginario y la estigmatización respecto de nuestra población en proceso de reintegración. Estos espacios generan que las personas que culminan su proceso de reintegración tengan la oportunidad de ser sensibilizados sobre la existencia y dificultades de otras poblaciones vulnerables a los que ellos, desde la legalidad pueden seguir ayudando".
Además, en un emotivo acto central, los niños y niñas de la Fundación entregaron los certificados de culminación del proceso de reintegración a cada desmovilizado, reconociendo el aporte a la jornada y a la paz de Colombia.