Lograr la sostenibilidad de personas que estuvieron al frente de la guerra inicia con el reconocimiento y la reflexión en torno a una decisión equivocada, para pasar a la superación de las condiciones de vulnerabilidad de personas que ejercieron la violencia y que la violencia ejerció en ellos, con abusos, maltratos, restricciones, controles y condiciones; donde muchos siendo menores de edad, vieron como entorno de protección, la guerra.
Estos colombianos decidieron no seguir en la guerra para apostarle a la construcción de paz desde la legalidad, accedieron al proceso de reintegración* del gobierno nacional, de forma voluntaria, realizaron acciones de reconciliación con las comunidades que los acogieron y hoy, le dicen a Colombia que están preparados para seguir aportándole a la paz y a la reconciliación; es así como hoy, terminan su proceso de reintegración* a la sociedad.
"Para mí fue muy satisfactorio haber terminado este proceso en mi vida, pude salir de allá –Grupo Armado, y lograr tener aquí oportunidades. El proceso de reintegración fue excelente, porque me permitió estar con mi familia, recuperar cosas que había perdido. Lo que más recuerdo de mi paso por la ACR es que pude terminar el bachillerato, porque esto me agobiaba bastante y también, poderme integrar con la gente": expresó, Jimminson*, una de las personas que finalizó su ruta de reintegración*.
Durante cerca de siete años, los excombatientes recibieron por parte de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), acompañamiento permanente a nivel personal, en su entorno familiar, laboral y social, "a ellos y a sus familias se les acompañó en la estabilización y superación de vulnerabilidades, se les apoyó con herramientas para que mejoraran su convivencia y se reconciliaran con la sociedad. Se les ayudó a acceder al sistema de salud y a educación formal, de acuerdo con su proyecto de vida y el de su familia. Se capacitaron en un oficio de su interés, para emplearse o crear su propio negocio, entre otros beneficios", mencionó, Carlos Andrés Castro Cardona, coordinador de la ACR para el Eje Cafetero.
Estas personas terminaron su proceso de reintegración*, con un acto protocolario en la Universidad Católica de Pereira, en el que en compañía de sus familias y amigos, recibieron un diploma soportado con un acto administrativo que consta que cumplieron con cada una de las exigencias de la ACR, y que ratifica que están en las condiciones para permanecer en la legalidad de forma sostenible.
En el Eje Cafetero –a marzo de 2015–, 841 personas están en proceso de reintegración, luego de abandonar grupos armados ilegales. De estos, 62 terminaron hoy su ruta de reintegración; 8 que viven en Caldas, 7 en el Quindío y 47 en Risaralda.
* Reintegración: es una oferta de seis años y medio que el Estado colombiano, a través de la gestión que realiza la ACR, les ofrece a las personas desmovilizadas de los Grupos Armados Organizados al Margen de la Ley (GAOML), que no han cometido delitos de lesa humanidad, y que quieren reintegrarse a la vida social y económica.
* Nombre cambiado por protección de la identidad de la fuente.