La ACR es una agencia constructora de paz, con 12 años de experiencia en la
generación de herramientas para que las personas en proceso de reintegración
puedan superar su situación de vulnerabilidad y ejerzan autónomamente su
ciudadanía.
“Si dejamos por fuera de las
oportunidades a las personas que quieren abandonar las armas, fomentaremos
dinámicas de exclusión que perpetuarán los ciclos de violencia”, afirmó Joshua
Mitrotti, director general de la Agencia Colombiana para la Reintegración
(ACR), en una sesión de la convención de Asobancaria llevada a cabo en esta
ciudad.
La Convención Bancaria se ha constituido en uno de los principales foros de
discusión sobre el desarrollo económico del país y en su versión número 50, la agenda
académica incluyó un tema de mayor relevancia en la coyuntura actual del país,
denominado 'La Inclusión, el camino hacia una paz sostenible'.
El tema fue expuesto por el director general de la ACR, al término
de la sexta sesión, orientada a los avances y desafíos en inclusión financiera
del congreso del sector bancario, reunido en el Centro de Convenciones de
Cartagena de Indias
“Colombia lleva doce años haciendo procesos de reintegración efectiva, hecho
que la convierte en un referente internacional para países que buscan procesos
de reconciliación, tras conflictos armados que a nivel mundial suman más de 60
procesos de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR)”, destacó Mitrotti.
En su intervención el director también resaltó la importancia de
la inclusión como un factor determinante para la reconciliación y el logro de
una paz sostenible. En ese sentido, invitó al sector para que amplíe su apoyo a
la población en proceso de reintegración mediante la superación de las barreras
que impiden su integración al sistema financiero.
Lo anterior teniendo en cuenta que la ACR cuenta con un proceso integral con
esquemas de evaluación y seguimiento, donde profesionales especializados apoyan
a ciudadanos proceso de reintegración en varias dimensiones de atención
(Personal, Familiar, Salud, Educativa, Ciudadanía, Seguridad, Productiva,
Habitabilidad), para garantizar la reconciliación y la no repetición de
conductas violentas.
Precisamente en la dimensión productiva, la iniciativa de la ACR se
direcciona al fortalecimiento del espíritu emprendedor de las personas
desmovilizadas de grupos armados al margen de la ley, teniendo en cuenta que en
la ruta de la reintegración social, la reintegración económica busca promover
su participación en el mercado laboral, bien sea como empleados o administrando
su propio plan de negocio.
“De esta manera y bajo la lógica de tener personas en proceso de
reintegración que no dependan de una oferta asistencialista del Estado sino que
se equiparen a ciudadanos con plenos derechos y obligaciones, el acceso a la
banca es absolutamente determinante”, agregó Mitrotti.
“Si dejamos por fuera de las oportunidades a las personas que quieren
abandonar las armas, fomentaremos dinámicas de exclusión que perpetuarán los
ciclos de violencia. Por ello, la inclusión es el camino hacia una paz
sostenible, hagámosla posible”, puntualizó.
Acerca de la ACR y del proceso de reintegración
La ACR es una agencia constructora de paz, con 12 años de experiencia en la
generación de herramientas para que las personas en proceso de reintegración
puedan superar su situación de vulnerabilidad para el ejercicio autónomo de su
ciudadanía.
De 48.095 personas desmovilizadas que ingresaron a la ACR, 21.394 hacen
parte de la población en proceso de reintegración (84.1% del total de 57.082
desmovilizados), mientras 9.038 ya lo han culminado con éxito, luego de seis
años y medio -en promedio-.
Del porcentaje inicial de las personas en proceso de reintegración
vinculadas voluntariamente, el 72,3% (15.459) se encuentran ocupadas y el 91%
considera que su calidad de vida ha mejorado en comparación al tiempo en que
pertenecía al grupo armado ilegal.