La Comuna 20 de Cali está ubicada en la ladera sur oeste de la ciudad y está integrada por once barrios. Es una de las zonas con más altos índices de violencia. Más de 12.000 personas se esperan ver beneficiadas con esta intervención social.
Pintar para sanar, para dialogar y compartir. Pintar para reconstruir, para volver a creer y alimentar el alma. Con esas premisas, 40 personas que en el pasado conformaron diferentes grupos armados ilegales y hoy se están reintegrando asisten cada domingo a la comuna 20 de Cali para aportar su tiempo y mano de obra al embellecimiento y la reconstrucción de la memoria de ese sector, a través de una serie de murales, con la guía de un grupo de artistas.
Se trata de una iniciativa de servicio social, que lidera la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), con el apoyo de la Asesoría de Paz de Cali, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), un grupo de artistas, jóvenes, líderes comunitarios y de organizaciones como Corpovida Siloé, Fundación Arte y Vida y Acroestilo Dance.
"En los murales estamos reflejando la parte positiva y bonita de cómo era antes el lugar y de cómo queremos que la gente lo siga viendo. Estas actividades son muy buenas y uno aquí es donde comparte con otras personas, hacemos almuerzo y traigo a mi hijo, entonces, compartimos en familia", cuenta Antonio* uno de estos ciudadanos que cada domingo llega a la comuna 20, dotado de pinceles, rodillos y pinturas.
Antonio –desmovilizado de las FARC– también cuenta que gracias a estas actividades logró encontrarse con alguien que en el pasado fue su enemigo en el campo de batalla. "Antes no podíamos hablarnos. Pero en vez de ser enemigos, ahora somos amigos. Yo me encontré con él y lo reconocí primero y entonces recordamos un episodio en el que me tuve que esconder porque él iba pasando", expresa, en medio de risas.
Y es que la guerra curte, dice Antonio. Él duró doce años en la guerrilla. Empezó como miliciano a sus 14 años, cuando apenas había logrado segundo de primaria, y luego se internó en la selva "seducido" por un arma. "Yo me creía el más verraco, un duro. Uno cree que con un arma se crece. Pero un arma no aporta nada".
Antonio nació en un municipio de Cauca, pero hoy vive en Cali. Tiene su esposa y un hijo de 10 años, al que también ha llevado a las jornadas de limpieza y pintura de la comuna 20. "Yo antes no le contaba nada de mi pasado a mi hijo, pero me tocó hacerlo. Yo le dije: mijo, vale la pena dejar las armas y la lucha armada, porque si yo hubiera seguido allá no hubiera podido verlo crecer", agrega.
Sobre su aporte a la paz, cuenta: "Yo creo que estamos aportando a la paz porque estamos comprometidos. Ojalá la gente crea en nosotros y en que ya hemos cambiado. Nos merecemos una segunda oportunidad, porque no por haber estado en un grupo armado ilegal somos malos".
La comunidad así también lo reconoce. Jhon James García es juez de paz de la comuna 20 y presidente de Corpovida Siloé, una de las organizaciones de base que ha apoyado desde el inicio este servicio social. "Para nosotros no existen las barreras. Yo pienso que estas personas (reintegrados) se merecen una oportunidad de volver a la vida civil y de tener sentido de pertenencia por la ciudad. Me parece muy importante la articulación que estamos haciendo con la institucionalidad y con las organizaciones sociales de base para el fortalecimiento de la convivencia, la confianza y para generar espacios de armonía y de paz. Los murales reflejan todo esto", explica.
Estos son los barrios y sectores de la comuna 20 donde se están liderando las labores de recuperación y embellecimiento: Brisas de Mayo (Escuela Comunitaria y la Cruz), Lleras Camargo (Capilla), Tierra Blanca, Siloé (La Estrella, Pila Seca, la Nave), Belén (Circunvalar) y en los sectores La Playa y La Cascada.
(*) Nombre cambiado por seguridad de la fuente.