- Este jueves el grupo de expertos internacionales estarán en el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), conociendo la Reintegración desde la ruralidad.
Por tercer día consecutivo, el Eje Cafetero fue el escenario para que expertos en construcción de paz de distintas nacionalidades compartieran experiencias de reintegración, reconciliación y desarrollo frente a los avances en procesos de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR). Durante esta jornada, visitaron dos fincas cafeteras, una ubicada en Anserma (Caldas) y otra en Santa Rosa (Risaralda), desde donde conocieron historias de vida de personas que decidieron abandonar un grupo armado ilegal y transformar el campo en la legalidad, con esfuerzo y trabajo.
Uno de ellos es Antonio*, un joven que ingresó a la guerrilla de las Farc a sus 11 años de edad, se desmovilizó, entró al proceso de Reintegración y hoy en día cuenta con una tierra fértil, desde donde deriva el sustento de su familia y da ejemplo de construcción de paz. “Esto es lo que he logrado por salir de la guerra”, le dijo Antonio al grupo de extranjeros que recorrieron su finca, al enseñarles el café, las frutas y las hortalizas que cosecha.
“Me salí de la guerra por amor. Entonces me puse a estudiar, entré al Proceso de Reintegración y hoy en día no cambio por nada ver sonreír a mi mamá, saber que me acuesto a dormir tranquilo y que no tengo el temor de que me van a matar”, relató este hombre de 28 años, a quien hoy la vida le dio una segunda oportunidad para reconstruir sus sueños, conformar un hogar y vivir al lado de su familia.
Herramientas de trabajo para la Reconciliación
En este tercer día de la Quinta Gira de Cooperación Técnica Sur Sur, los expertos también visitaron la Escuela Taller de Calzado, un escenario de inclusión social que brinda capacitación en fabricación de calzado y oportunidades de vinculación laboral a población víctima de la violencia, personas en Reintegración, madres cabeza de familia, militares retirados, entre otros.
La Escuela Taller de Calzado es una iniciativa creada a través de una alianza público-privada entre la Alcaldía de Pereira, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Fundación Universitaria del Área Andina y la ACR. Este proyecto ha beneficiado a más de 280 personas, graduadas como como costureros expertos, auxiliares de guarnecida de calzado y auxiliares de montaje y ensamble de calzado.
Desde este escenario, los expertos interactuaron con personas que se están formando para ser emprendedores del calzado. Uno de ellos es Luis*, quien sueña con tener su propia empresa del calzado, para seguir superando las secuelas de la guerra, que hoy le exigen usar prótesis en una de sus extremidades inferiores.
“Llegué aquí y no sabía nada de calzado. La vida me dio la oportunidad de conseguir trabajo, pues cuando me salí de las filas no sabía hacer nada. Al principio, los otros compañeros en la Escuela Taller nos miraban como extraño, pero luego se dieron cuenta que podemos cambiar y demostrar que podemos ser buenas personas”, le dijo Luis a los asistentes, tras hacer un llamado al sector privado para que siga creyendo en el proceso de Reintegración: “Necesitamos que las empresas apoyen a las personas desmovilizadas que se están reintegrando”.
Para dar contexto a todos estos temas de emprendimiento y generación de ingresos, el coordinador del grupo territorial ACR Eje Cafetero, Carlos Andrés Castro, explicó cómo desde los territorios se viene transformando al individuo, de excombatiente a agente de desarrollo y de construcción de paz.
Los asistentes también intercambiaron sus opiniones y reflexiones en el panel ‘Cambiando las armas por herramientas de trabajo y el emprendimiento como factor clave de desarrollo’, que contó con la participación de Mónica Sánchez gerente de Uniformar, Juan Pablo Ortegón gerente de Ejetexco, Lina María Álvarez representante de la ANDI y Natalia Salazar asesora de relaciones externas de la Agencia Colombiana para la Reintegración.
“Mi mensaje para todos los empresarios es que todos necesitamos una oportunidad en la vida. Las personas desmovilizadas han tenido dificultades sociales. Todos tenemos que apoyar para hacer paz. No son personas malas, sino personas que necesitan una segunda oportunidad”, señaló Juan Pablo Ortegón gerente de Ejetexco.
(*) Nombre cambiado a petición de la fuente.