- En Cali se inauguró la nueva
sede de la Corporación de Desarrollo Productivo -CDP del Cuero-, donde
población vulnerable se seguirá formando en la Escuela Taller del
Calzado, una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia para el Desarrollo
Internacional (USAID) y la Agencia Colombiana para la Reintegración
(ACR).
- En los últimos diez años, más de 6.000 personas han recibido formación teórica y práctica.
Personas
desmovilizadas de grupos armados ilegales y en Proceso de
Reintegración, víctimas de la violencia, afrodescendientes e indígenas,
son los beneficiados con la nueva sede que la Corporación de Desarrollo
Productivo –CDP del Cuero– inauguró en Cali, con el fin de ampliar sus
instalaciones y brindar así más oportunidades de formación a través de
la Escuela Taller del Calzado. Este nuevo taller empezó a funcionar en
una de las bodegas de las antiguas instalaciones de la Industria de
Licores del Valle.
Rómulo Marín Correa, gerente de la reconocida
fábrica ‘Calzado Rómulo’, una de las empresas que ha vinculado la mano
de obra de jóvenes con formación en el CDP del Cuero, dialogó desde el
acto de inauguración con Comunicaciones ACR sobre su experiencia de
contribuir a la paz y a la inclusión social.
¿Qué oportunidades brinda a los jóvenes que están aprendiendo a hacer zapatos?
Nosotros
en la empresa ocupamos a las personas que salen del CDP del Cuero, que
ya vienen capacitadas con el conocimiento del calzado y les damos la
oportunidad para que se especialicen y se profesionalicen y hagan las
cosas con muchas garantías. Se les brinda la oportunidad porque yo, que
soy una persona que vengo de estrato bajo, tengo la oportunidad de
entenderme muy bien con todas estas personas, comprender su situación.
Realmente uno entiende la problemática que existe y la oportunidad de
aprender que quisiera haber tenido uno en su momento y que hoy en día
ellos la tienen.
¿Cómo logró Rómulo surgir como empresario del calzado?
Tengo
63 años y la verdad que desde los 14 años llevo trabajando la
zapatería. Puse un taller de remiendos y con ese taller de remiendos
adquirí conocimiento, me capacité en calzado, guarnecida y diseño con el
SENA. Desde muchacho me vieron mucha habilidad y pensaban que podía ser
una persona grande en el tema y gracias a Dios me he sentido muy
satisfecho y halagado porque siento que estoy haciendo una labor
positiva para la juventud y ver que a esos jóvenes, a veces la gente los
tilda mal, por falta de oportunidad.
Usted ha tenido
la oportunidad de conocer personas que han estado en el conflicto
armado y hoy se están reintegrando, ¿cómo ha sido el trabajo con ellos?
Sí,
nosotros tenemos personas del conflicto y de bajos recursos también,
madres cabeza de familia. En la empresa tenemos muchas personas a las
que ayudamos. Yo acostumbro, incluso, a darles conferencias los días
lunes antes de empezar para hacerles saber que la continuidad ayuda
mucho, así como la persistencia, la lucha y la estabilidad, herramientas
para que sean unos profesionales. La idea es conseguir un profesional
como verdaderamente se quiere.
¿Qué ha significado para usted trabajar por la inclusión social desde su empresa?
Hay
bastantes personas agradecidas porque se les brindó esa oportunidad.
Nadie sabe los agradecimientos que uno recibe cuando se está viviendo en
carne propia esas cosas. Esta mañana me dijo un trabajador que quería
darme las gracias por la oportunidad, que había encontrado una esposa,
que tenía un apartamento. Eso le da satisfacción a uno, ver que la gente
está progresando.
¿De qué manera usted está aportando a la construcción de paz en el país?
Si
nosotros logramos hacer escuelas no vamos a tener que hacer cárceles.
Si nosotros les enseñamos a nuestros jóvenes a coger con sus manos un
martillo, una pinza, una herramienta de zapatería, es muy difícil que
tengan que empuñar un arma. En el CDP del Cuero hay personas psicólogas
que ayudan a las personas reintegradas para que se vayan convenciendo
que las cosas que estaban haciendo antes, ya quedaron en el pasado. Que
se entra en una nueva etapa para empezar a construir país de otra forma
diferente a la de tener que hacer cosas ilegales