El caso de Ortega, Cajibío, en el Cauca, es uno de los ejemplos a nivel nacional de cómo una tierra fértil y una población unida, transformó la violencia por cosechas para la Paz y la Reconciliación. Reflexiones.
El corregimiento de Ortega, en Cajibío (Cauca) es considerado un territorio para la paz sostenible, gracias a la articulación institucional y al compromiso decidido de esta comunidad reintegrada, que en el pasado conformó un grupo armado ilegal pero que logró fortalecer sus competencias y aprovechar sus tierras. Reflexiones como estas se dieron en el marco del Primer Simposio Internacional ‘El capital social y el desarrollo rural para una paz territorial sostenible’ que realizó la Corporación Vallenpaz en Cali.
En este escenario, que tuvo lugar en el Centro Cultural de Cali, dos habitantes de esta zona de la cordillera occidental, desmovilizadas de las Autodefensas Campesinas de Ortega y que cumplieron con éxito todo su proceso de Reintegración con la hoy Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), compartieron al público su experiencia de vida y la manera en que han salido adelante con sus unidades productivas de café.
“La idea es echar para adelante con mi comunidad. Empezamos a hacer café y ya hemos exportado 200.000 kilos a Japón y Canadá. También hacemos derivados del café como chocolates, trufas y también artesanías en fique”, explicó Rubén, una de las 115 personas reintegradas que viven en Ortega.
A su turno, Alexis, otro campesino emprendedor de esta tierra caucana, relató la historia de su comunidad, las secuelas que dejó el conflicto armado y la manera en que salieron adelante. “Recibimos herramientas para continuar, nos capacitaron en la técnica de los cultivos, en liderazgo organizacional y eso nos ayudó a fortalecernos socialmente. Para superar el conflicto se necesita diálogo, comunicación y educación para formarse”, dijo.
Por su parte, Luis Alberto Villegas, director ejecutivo de Vallenpaz, explicó que la única forma de construir paz en Colombia es involucrar a todos los actores y entidades, incluida la academia, para hablar sobre los problemas pero también sobre las soluciones.
“Ortega es un caso que está en el corazón de Vallenpaz, sencillamente porque desde hace más de diez años estuvimos cercanos a esa comunidad, los conocimos cuando estaban apenas dejando las armas y verlos hoy convertidos en empresarios y con liderazgo nacional es muy satisfactorio. Eso le demuestra al país que no hay que esperar la firma de un acuerdo político para el fin del conflicto en La Habana, para hacer acciones de Paz”, resaltó Villegas.
Ortega es un corregimiento ubicado a más de tres horas del casco urbano de Cajibío, en el Cauca. Allí, 115 personas terminaron con éxito todo el Proceso de Reintegración y hoy son ciudadanos reintegrados y sostenibles social y económicamente.
La Corporación Vallenpaz cumplió 15 años acompañando procesos de transformación social rural en zonas que han sido afectadas por el conflicto armado. También promueve las ‘Cosechas de Paz’, que son productos cultivados con técnicas de agricultura limpia, y comercializados sin intermediarios.